Lenguaje y juego erótico
En
el Manifiesto nalgaísta, el lenguaje
está impregnado de alusiones sexuales, vocablos como encoñado, nalgaísta, etc.
Pero también de un sentido irreverente y nutriéndose del habla cotidiana,
también de vocablos de otras variantes dialectales del español como chingamusa que pertenece al habla
cotidiana de Yucatán. Además la construcción es más dinámica y la repetición de
ciertas palabras como libi, libi, libi o cool, cool, cool, le imprimen
musicalidad al poema.
Intertextos:
En
el poema Efraín Huerta utiliza varios
intertextos de la literatura, siempre en un sentido de burla, ridiculizándolos
dentro del poema. A continuación anexo una lista de las obras que utiliza
Huerta y el verso donde lo identifiqué:
El Quijote de Cervantes de Saavedra: “baratarios y pancistas”.
Haciendo alusión a Sancho Panza y la ínsula Barataria.
Calderón
de la Barca, La vida es sueño: y los
sueños, sueños son…
Alusión
al refrán ni con el pétalo de una rosa: ni con el pétalo de un maguey
Canto
popular A la víbora de la mar: víbora viborilla de la mar
Elogio
a Fuensanta de Ramón López Velarde
Canción de otoño en invierno de Rubén Darío: Me duele el pensamiento coño/cuando
pienso/y cuando quiero coger/ no cojo/ ¡y a veces cojo sin querer!
Piedra de sol de Octavio Paz, hace referencia a dos piedras de
sol
Poema 20 de Pablo Neruda: para escribir en ella los versos
más tristes esta noche
Nostalgia de José Santos Chocano: Estoy cansado de ser río/
resulta que me canso de ser río
Alusión
al nombre del poemario Veinte poemas de
amor y una canción desesperada: Veinte, veinte kilos de amor y una succión
desesperada
Poema
Tuércele el cuello al cisne de
Enrique González Martínez: Tuérzanle el cuello al ángel de engañoso trasero.
Declaración de amor y declaración de odio
En
Declaración de odio la ciudad está
desnuda de ideales y se retrata tal cual es. No se ocultan los recónditos y
oscuros burdeles, ni los asesinatos, ni los crímenes, ni la basura. Se
recrimina a los jóvenes que se escudan en lo americano, en las película y el
ice cream, de los que buscan en otros libros de otras lenguas, lo que deberían
buscar en lo suyo. La ciudad es vista como una mujer ultrajada en mano de
ruines habitante, vicioso y pervertido, que la usan y la destruyen a su antojo.
Mientras que en Declaración
de amor, la voz poética rescata las particularidades de la ciudad, las
calles recién lavadas, los edificios que parecen de cristal, las monedas
perdidas, las ancianas, los hombres que parten a trabajar. La ciudad es amada
por el yo poética y siente a la
ciudad como una madre que le protege.
Es claro que Huerta es simpatizante del trabajo, del
esfuerzo y del amor a la tierra. No está a favor de los poetas de ocho sonetos
al día, sino al hombre que se entrega y que ama, que demuestra su fortaleza, él
que imita y desprestigia la ciudad. Para Huerta el hombre que vale es el
trabajador, la juventud debe ser activa y pensante, los vicios y las
perversiones no tienen cabida en la ciudad, en el país. En ambos poemas se
ejemplifica, se habla de una ciudad, pero en realidad es aplicable al país, se
esperan ciudadanos responsables, respetables y de carácter.
En conclusión Huerta dejaba entrever su formación
socialista, siempre a favor del género humano capaz de enaltecer con trabajo y
esfuerzo al país, estaba en desacuerdo con las injusticias, el hambre sobre
todo. Los intelectuales deberían dejar sus caratas y sus ínfulas y demostrar su
verdadera esencia. Sobre todo a Efraín Huerta le duele su patria, le duelen
sobre todo la indolencia y a falta de iniciativa.
Diana Marisol Gutiérrez
Medina
13 de octubre de 2015
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